SINOPSIS
Trece historias de momentos en la vida de mujeres, a veces la amiga, a veces la vecina, la tía, la abuela o yo misma, dentro de nuestra cotidianidad, enfrentando el reto que significa vivir con las armas que nos han dado y que siempre consideraré insuficientes, en una sociedad que quiere cambiar, pero que no lo hace por sí misma. Historias a veces dolorosas, a veces llenas de alegría, pero siempre con la fuerza que define al llamado sexo débil.
Son los perros de la Magui, se comen a todos, menos a los que se la comen a ella.
En el mes en el cual estoy dando a conocer diferentes fragmentos de este libro, te invito a que lo descargues completo aquí:
TESTIMONIOS
Lo que asombra de Charo Mejía es su facilidad para contar historias amenas, rápidas de leer, pero a la vez cargadas de contenido, profundamente vívidas, como dichas al calor de una conversación familiar, o de amigos íntimos con quienes no tiene sentido guardar secretos.
Entre los cuentos de Culantro, perejil y otras yerbas venenosas hay piezas maestras del cuento breve (como Luto) que nos recuerdan El Duelo, llamado su primer gran libro publicado por El Conejo en 1999. ¿Se trata de una coincidencia? Mejor de un complemento que muestra una artista distinta del amor humano interrumpido bruscamente.
Llama la atención también, el estilo de Charo Mejía tan claro y contundente, tan hecho y colorido, tan pleno de ricas descripciones y detalles certeros. Un estilo que la anuncia ya como una de las nuevas y grandes escritoras ecuatorianas.
ABDÓN UBIDÍA
Escritor
He leído los cuentos de Charo Mejía, llenos de personajes coloridos, de circunstancias que se resuelven rápidamente, de anécdotas salpicadas de humor –a veces negro-, y de intensidad, lujuria, encanto, tristeza, indignación, asombro… y ambos textos me han llenado, de diferente manera, pero me han llenado de gratitud ante lo que puede dar la literatura en sus diversas exploraciones de la realidad.
EDGAR ALLAN GARCIA
Escritor